“Que se pongan las pilas para impulsar la industria nacional”

Empresaria de larga trayectoria y con una visión muy crítica de la situación socio política y económica del país, Carmen Cosp, directora de la firma Iris SAIC responde a nuestras preguntas en esta entrevista Perfil de Líder. Entre varios temas, nos habla de cómo enseña a sus empleados a ser líderes al servicio de la vida, pide al Gobierno mano firme para impulsar la industria por ser el gran motor para el crecimiento de un país y desafía a los jóvenes emprendedores a pelear para empujar el cambio hacia un país más serio, transparente, dinámico, luchando por más igualdad y equidad.

–¿Cómo se dio su incursión en el mundo empresarial?

–Hace casi 35 años. Enseñé desde los 18 años en la escuela primaria hasta el año 1978, cuando el gobierno de Stroessner me expulsa de la docencia por enseñar a pensar a mis alumnos. Fue así como aterricé en la empresa familiar, IRIS SA, donde tuve la oportunidad de desarrollar muchos talentos de liderazgo que Dios me regaló.

–¿A quién debe las enseñanzas para su formación profesional?

–He tenido muchos ejemplos que me animaron, en mi familia, mis papás, mis hermanos, (somos 8, el más famoso de la familia es el Padre Antonio Cosp) y algunas hermanas religiosas del colegio donde me formé, María Auxiliadora. Recuerdo sobre todo a mi papá, José Cosp, que me estimulaba, me mimaba y me hacía sentir que yo podía lograr lo que quería.

–¿Se considera una líder empresarial exitosa?

–Soy parte de un equipo de líderes exitosos que conducimos IRIS, con mi hermano Francisco y con mis sobrinas Leticia y María José Cosp, profesionales de primer nivel, cuyo empuje y juventud, renuevan todo el tiempo la empresa.

–¿Y cuáles son sus fortalezas?

–Soy trabajadora y tenaz, me gusta aprender, por eso escucho mucho y leo muchísimo. Soy optimista, alegre, estimuladora y me encanta trabajar en equipo, pensar y sumar juntos para recrear e innovar desde todos los sectores de la empresa.

–¿Cómo nació la empresa Iris?

–En 1928 tres hermanos Benito, José (mi papá) y Francisco Cosp, vienen de Catalunya al Paraguay en busca de oportunidades en una tierra donde todo estaba por hacerse.

El sueño de los hermanos Cosp se hace realidad el 15 de setiembre de 1936 cuando fundan IRIS S.A. Industrial y Comercial.

–¿Cómo fue la evolución de la firma?

–En 1998 en medio de un país convulsionado que quiere vivir para siempre en democracia, IRIS deja de ser una empresa familiar. La asociación con Zobele de Inglaterra y diez años más tarde con Chemopharma de Chile enriquecen su patrimonio social y cultural. Desde entonces Iris lidera el mercado de insecticidas y es pionera de una verdadera transformación en la industria paraguaya.

–Y en cuanto a sus logros ¿qué se puede destacar?

–Iris conquistó muchos números 1. Es la primera industria en ser reconocida con el certificado de Buenas Prácticas de fabricación, la primera en su ramo que obtiene la certificación internacional de calidad ISO 9001, la primera en adjudicarse en Paraguay un código de barras.

–¿Cuántos empleados tiene?

–193 empleados. Nos gusta decir que somos “la familia IRIS” por el espíritu que se vive, la solidaridad entre todos y el compañerismo.

–¿Qué productos específicos fabrican?

–Fabricamos insecticidas y productos de limpieza para el hogar, con las marcas Matiris, Iris, Pinoleche, Zitron. Tenemos una gran variedad de insecticidas con la marca Matiris en todas las presentaciones.

–Dicen que una de las claves del liderazgo es la delegación. ¿La aplica?

–Sucede en todos los niveles, no hay manera de crecer sin entregar confianza al equipo. Desde el 2013 estamos trabajando todos los jefes en el desarrollo de esta habilidad, porque se necesita un trabajo interior y profundo para despertar al líder que hay en mi, con un liderazgo al servicio de la vida.

–¿A qué países exportan?

–Actualmente estamos exportando en este orden de volumen, primero Uruguay, le sigue Chile, luego Bolivia, Perú, Panamá, Honduras, República Dominicana, y por último Argentina, país con el cual están suspendidas las exportaciones por las restricciones impuestas por el gobierno en los 2 últimos años.

–¿Tienen proyectos de expansión, buscar nuevos mercados?

–Estamos en situación ya avanzada, con contratos firmados y en trámites ya de registros de productos para Colombia y en negociaciones con Ecuador y el Salvador. Con la Exporrueda de negocios surgieron varias posibilidades, pero claro, de allí a que se concreten las exportaciones hay un largo trecho.

–¿Cuál es la expectativa del empresariado hacía el Gobierno?

–Que funcionen las instituciones. Dependemos de ellas para hacer negocios. Falta agilidad, formación para dar respuestas rápidas, razonables y efectivas.

Que se pongan las pilas para impulsar la industria (como lo hacen nuestros vecinos Brasil y Argentina) porque es el gran motor para el crecimiento de un país y para fortalecer el empleo.

–¿Percibe que realmente el país vive un momento ideal para los negocios?

–Es como un deseo interior que todos empujamos, porque queremos que ocurra. Que nos vaya bien como país. Pero hasta ahora no se siente esto en la realidad. No hemos hecho gran cosa para mejorar nuestra condición en el Mercosur.

–¿En qué sentido lo dice?

–Nuestras autoridades saben desde hace años de la asimetría de nuestra frontera. Argentina y Brasil gozan de arancel cero para ingresar a Paraguay, en cambio, nuestras industrias deben abonar para exportar (si nos permiten) hasta el 50% del valor de la mercadería. Esta es una historia de nunca acabar.

–¿Ve una solución a corto plazo contra el contrabando?

–Falta una decisión y mano firme. Con el contrabando no gana nadie. Pierden las industrias, los importadores, disminuyen las ventas legales, por eso crece la informalidad, pierde por tanto el Estado que no percibe impuestos y pierden también los ocasionales paseros porque no es un futuro deseable para nadie esta profesión. “Pan para hoy y hambre para mañana” .

–¿Qué opina de la nueva generación de jóvenes emprendedores?

–Son lanzados, creativos, están bien formados, y tienen mayor conciencia y responsabilidad social. Los desafío a pelear para empujar el cambio hacia un país más serio, transparente, dinámico, luchando por más igualdad y equidad.

–Si fuese el mentor de uno de ellos, ¿qué consejos le daría?

–Que se juegue siempre por la verdad, la honestidad, la ética y la transparencia. Es la carta para tener éxito, credibilidad, hacer buenos negocios y dormir tranquilos. Quien miente está condenado a fracasar.

Por Ana Antúnez: http://www.lanacion.com.py/articulo/172796-que-se-pongan-las-pilas-para-impulsar-la-industria-nacional.html