“Me miraban como a extraterrestre, pero con hechos conseguí respeto”

Entrevistas

   Domingo, 10 de Agosto de 2014

Rodeada de incontables trofeos de campeonatos de grandes ejemplares de ganado bovino, galardones nacionales e internacionales, la reconocida y mediática empresaria ganadera Maris Llorens nos abrió las puertas de su oficina, donde desde las primeras horas de la mañana cumple funciones, todos los días, sin olvidar sus labores sociales en pro de mejorar la vida de los animales en el Jardín Botánico y Zoológico de Asunción. Ella considera que siempre hay tiempo para todo, su clave son la organización y los profesionales que la acompañan. Recientemente fue nombrada embajadora de la buena voluntad de la Organización Internacional de Sanidad Animal (OIE), cargo diplomático que solo fue otorgado a Llorens y la princesa Haya de Jordania.

–¿Cómo fue su infancia, estuvo siempre vinculada al campo?

–Yo nací y crecí en el campo. Una familia pequeña, solo tengo una hermana, yo soy la mayor, mi papá tenía campos en Suiza, vacas, chanchos. Antes de caminar yo ya estaba sobre un caballo, la ganadería es mi pasión de cuna, yo sufro cuando veo los animales sacrificar, casi no consumo carne, después digo: cuánta gente está trabajando y comiendo gracias a esto y eso me reconforta. Pero cuando miro cómo viven los animales en Sudamérica, libres, hasta el día de su sacrifico, y comparo cómo viven en otros lugares como Europa, en una establo con una cadena, pienso que nuestros animales son privilegiados y pueden vivir libres en el campo, en buenas condiciones.

–¿Cómo fue para que se involucrara en el tema ganadero en Paraguay?

–Mi finado marido (Gilbert Llorens) había comprado una estancia en Tacuatí, San Pedro, Estancia Paso Itá, en 1979, yo no lo conocía aún. Después, nos conocimos en los 80, nos casamos en el 82 y ya en el 86 vine a Paraguay. Yo me enamoré de Paraguay, desde la primera vez que vine. Mi marido quería vender la estancia porque pasamos muy malos momentos; un administrador que era francés nos había hecho de todo, por lo cual estaba muy decepcionado y quería vender la estancia. Vine a Paraguay porque ya existía el interés de un comprador. Entonces mi marido me dice ‘por qué no conocés primero antes de que venda la propiedad’. Yo me quedé encantada del lugar, yo dijo que quería vivir y morir aquí, como si hacía años que ya lo conocía. Lo convencí y no vendimos, desde allí empezamos a venir más seguido a Paraguay. Ya en el 95 compramos la estancia en el Chaco. Yo misma manejé junto a mi marido los negocios, siempre.

–¿Y la compra de los frigoríficos cómo se dio?

–En 1998 compramos el frigorífico, era un viejo matadero que no tenía condiciones para exportar, empezamos a invertir y en el 2000 ya exporté el primer contenedor. Yo siempre venía al campo, incluso cuando él (su marido) no venía. Ya manejaba el campo y el frigorífico gracias a que estudie administración de comercio en Suiza.

–¿Cuál fue el momento más difícil en su vida?

–Esto de la muerte de dos personas fue algo no difícil, fue trágico (refiriéndose a su marido, Gilbert Llorens, y Matías Bucci, que murieron en un accidente de avión en San Pedro, en el 2000), porque nadie está preparado para algo así; además con todo lo que me vino después de la muerte de mi marido, acusaciones sin motivo, esto fue un periodo muy difícil. Mi marido era una persona muy prudente, solo puedo decir que la vida no se cambia por nada, es algo de lo que uno se tiene que recuperar y seguir la vida, a pesar de todo.

–¿Cómo hace para posicionarse en el ámbito de la ganadería?

–Hay que tener en cuenta algo: todos los países de América Latina son machistas, pero hay que demostrar que si se hacen las cosas bien no hay que menospreciar a nadie, un hombre y una mujer pueden hacer los mismos trabajos. Hay que tener mucho carácter, mucha perseverancia, y nunca bajar los brazos cuando hay tropiezos, siempre hay que seguir adelante, con honestidad, transparencia, respetando la dignidad de las personas. No fue fácil al comienzo porque me miraban como a “extraterrestre”, pero hay que demostrar las cosas con los hechos, así se consigue el respeto.

–¿Qué religión profesa?

–Yo soy católica cristiana, fui educada en esto, no soy tan practicante, pero creo en Dios, porque muchas veces es solo decir, difundir la palabra, sin raciocinio, otra cosa es practicar.

–¿Como es su relación con sus familiares en Suiza?

–Paraguay es un país al que hay que quererlo, muchos no soportan el clima y vienen poco, pero yo viajo mucho para visitar a mis familiares, siempre tengo lugar en Suiza. Yo estoy bien acá, esta es mi casa, mi familia, no es difícil, porque gracias a la tecnología uno puede estar en contacto siempre, además en los viajes que hago siempre tengo espacio para visitar a mi familia.

–¿Cuál es su consejo a los jóvenes emprendedores?

–Mis padres me enseñaron que hay que hacer el paso según la pierna que tenés; es decir, uno tiene que iniciar de a poco e ir creciendo. Acá en Paraguay hay muchas mujeres muy buenas. En el país ahora la mujer está saliendo a la luz, entonces hay que perseverar, hay que ser transparente y honesta, cada persona merece respeto, dignidad, sin distinción de género.

–¿Qué significó para usted el título de embajadora de la buena voluntad de la OIE?

–Bueno, para fue un gran honor, por ser nombrada embajadora mundial de la OIE, que es el ente de sanidad animal mundial. Si no cumplimos los ítems que da la OIE no vendemos los productos, el mundo entero está con la OIE. Esto no me beneficia, sino a Paraguay, que tiene su lugar en el mundo gracias a esto.

–¿Cómo hace para dividir su tiempo entre tantas tareas que tiene en el día?

–Me organizo, todas las mañanas me levanto a las 6.00, vengo a la oficina de la ganadera, ya me tengo que ganar el pan de cada día, como siempre, porque el sueldo de la Municipalidad y más está destinado al zoológico, porque tengo gente de mi confianza, tengo guardianes, tengo los que cuidan los tigres, veterinarios de los felinos independientemente al del zoológico, que también es un buen profesional. Entonces, con la Fundación Maris Llorens gasto tres veces más en el zoológico.

A las estancias no voy mucho, pero voy y vengo a la tarde, todas las estancias están conectadas con la oficina, veo todo desde arriba, voy controlando, voy cuando puedo, no cuando quiero, pero voy. Se ve todo desde arriba.

–¿Qué hace en sus tiempos libres?

–Mi espacio libre prácticamente me dedico a los animales, rescatar animales, caballos rescaté como 100 de la calle, 150 que yo prácticamente compré, los perros rescatamos y dar en adopción es lo más difícil. Estoy haciendo algo que me gusta, así que no busco mucho tiempo para . Mi hobby son los animales, pienso que dan un cariño, un agradecimiento, que sin pedir nada a cambio es lo más lindo que se puede recibir.

 

Por Elisa Alvariza Arce: http://www.ultimahora.com/me-miraban-como-extraterrestre-pero-hechos-consegui-respeto-n817433.html