Emprendedores que venden ideas para mejorar al mundo

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   Viernes, 19 de Octubre de 2012

Más de 36 competidores se inscribieron al inicio, pero sólo 4 emprendedores sociales continúan en la etapa final del certamen Visionaris, convocado por el banco suizo UBS. Tan sólo uno será el ganador. Conoce la historia de los cuatro jugadores en la recta final del premio al emprendedor social.

Corregir los problemas que vive la sociedad mexicana no es una tarea sencilla, y mucho menos cuando se requieren propuestas que impacten ahora y en el largo plazo. Tal vez parecería imposible. Sin embargo, 4 emprendedores sociales han asumido este reto, y hoy son los finalistas del premio Visionaris del banco suizo UBS, pero sólo una de sus ideas será la vencedora en la justa de emprendedores.

Hace 9 años, el banco suizo UBS, en colaboración con la organización Ashoka, decidieron crear el premio Visionarias al Emprendedor Social, con el objetivo de identificar y apoyar a los emprendedores con ideas que generen cambios sociales a gran escala.

“Un emprendedor social es una persona excepcional que posee la visión, creatividad y determinación de un emprendedor de negocios, pero que usa estas cualidades para diseñar soluciones sistémicas para atacar problemas sociales complejos”, dicen las instituciones organizadoras del premio.

Pero el reto de este año no ha sido sencillo de vencer: “Creciendo más allá del líder”, es lema que describe el alcance que debe de tener el proyecto ganador. Esta vez no sólo se trata de lanzar la idea, sino de garantizar su sostenibilidad a través un modelo institucional que permita su reproducción sin la dependencia de sus fundadores.

La siguiente es la lista de los 4 finalistas y los proyectos con los que buscan obtener el premio Visionarios 2012. Checa sus perfiles y define tu favorito dentro de la justa del emprendedurismo social.

1. Francesco Piazzesi, director de Ecoblock.

2. Jorge Camil Starr, cofundador de Enova.

3. Mariana Baños Raynund, presidente de la Fundación Origen.

4. Alfredo Achar Tussie, presidente de la Fundación Pro Empleo.

1. El constructor de adobe

'La unión hace la fuerza'. Parecería una frase común, pero en esta historia la dimensión que cobra se vuelve decisiva para el éxito del buen proyecto. Eso lo comprende Francesco Piazzesi Tomassi,  director general de Ecoblock International.

Su conocimiento como empresario en el sector de la maquinaría de construcción le permitió en 1987 crear la fundación Adobe Home Aid, que en 2007 gestaría la empresa Ecoblock, dedicada a generar la autoproducción y autoconstrucción de casas entre las comunidades marginadas del país.

“Nos dedicamos a buscar soluciones de vivienda para la población no atendida”, dice el empresario.

La solución que encontró Piazzesi fue dotar de maquinaria y material de construcción a los pobladores de zonas en el país que no contaban con una vivienda digna.

Pero el proyecto no es una “dádiva” ni un acto “altruista”, reconoce su creador, su modelo de negocio implica que los integrantes de las comunidades paguen su propia vivienda, a través de la remuneración económica por su trabajo invertido en la construcción de su hogar.

Los habitantes no deben preocuparse por el material, ya que las casas se construyen a partir de un “adobe estabilizado” que se produce en la tierra de las mismas comunidades, con características de fortaleza mucho mayor a la de los bloques de concreto.

'¡Échale! A tu casa', es el nombre del proyecto que sintetiza la idea con la que Francesco Piazzesi piensa construir su triunfo en el premio Visionaros 2012. Su proyecto se sintetiza en 4 puntos:

Inclusión Social: Involucramiento del trabajo de hombres y mujeres en el proceso de diseño, así como construcción de las casas.

Educación Financiera: El programa trabaja con un esquema de ahorro, crédito y subsidio, que se encuentra aprobado por la Comisión Nacional de Vivienda. La gente aporta tan sólo en efectivo 10% del valor de la casa que se obtiene de su trabajo en la construcción, mientras que 40% proviene de un subsidio y el porcentaje restante deriva de un crédito a 10 años.

Capacitación Técnica: A los pobladores se les capacita en la elaboración del adobe, así como en las técnicas de construcción de sus viviendas.

Franquicia de impacto social: El proyecto de construcción se lleva a otras comunidades que solicitaron el apoyo de la empresa, por lo que ésta sólo se encarga de supervisar el desarrollo, ya que los habitantes son los encargados directos.

“La comunidad se empodera del proceso, ellos son los constructores, nosotros sólo somos los impulsores y los supervisores”, comenta Francesco.

Hasta el momento, esta idea de emprendedurismo social ha beneficiado a más de 25,000 familias mexicanas, y ya tiene presencia en zonas de Egipto y algunos países árabes.

Las razones para que el proyecto de Ecoblock se sostenga son muchas para el empresario, pero tiene una que conduce sus esfuerzos desde hace 25 años: “La única forma de acabar con la pobreza es subir a todos los que no están en el tren del desarrollo y esta es una forma de hacerlo.”

2. Amigos por la educación.

Los viajes y aventuras de 3 amigos fueron parte del 'click' que dio inicio a esta empresa. Moís Cherem, Raúl Maldonado y Jorge Camil son los fundadores de Enova, una empresa social dedicada a la creación de espacios y modelos que se distinguen por el uso de la innovación tecnológica para acercar los contenidos educativos a los integrantes de comunidades de bajos ingresos.

Al verse beneficiados en sus condiciones económicas y educativas, respecto a las personas que vieron en sus paseos por el país, decidieron emprender en la educación un proyecto de ayuda a la sociedad mexicana.

“Queremos hacer que la gente aprenda mejor usando la tecnología”, asegura Jorge Camil Starr.

La compañía ha logrado, a través de sus 70 centros educativos y el registro de 223,790 socios y 62,504 graduados de los cursos que imparte la empresa, acercar el desarrollo tecnológico para promover la educación en México con más de 20 cursos dentro de su oferta, entre los que se encuentran la enseñanza de inglés y uso de software.

Además, los 3 jóvenes comprenden que la educación no es cuestión de juego, pero el acercamiento de los niños a ella, . Por eso, también ofertan el uso de videojuegos a través de 2,516 computadoras distribuidas en sus instalaciones.

La rentabilidad del proyecto se basa en la aportación de 80% en el costo de acceso a los servicios que ofrece Enova, y el 20% restante es cubierto por los usuarios. Este modelo de alianzas es una de las principales fortalezas del emprendedurismo, reconoce Camil.

“Un gobierno tiene que servir a su gente, una empresa privada tiene que tener un buen servicio a un buen precio siempre disponible, y una asociación civil tiene que resolver un problema social a través de un modelo distinto: si eso no se confunde y esas tres personas se juntan, tienes magia”, dice.

Su apuesta dentro del certamen de emprendedores se centra en llevar su proyecto de la Red de Innovación y Aprendizaje (RIA) a toda la República Mexicana, después de haberlo implementado en los últimos años a lo largo del estado de México.

Al saberse finalista del certamen recuerda los inicios de Enova y piensa en el futuro de la empresa junto con sus 3 amigos: “Nos han dicho mil veces que estamos locos, pero sabemos que esto no es una chamba de 9 a 5, esto es un proyecto de vida. Ahorita , ni quién nos pare.”

3. Unidas por la mujer

En los tiraderos de Nezahualcóyotl, en el estado de México, vio la luz

Fuente: www.elfinanciero.com.mx